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El baluarte y su pasado

Conoce la historia del baluarte que podrás visitar en el mismo hotel

Durante los siglos XVIII y XIX, Girona se convirtió en un escenario de lucha y resistencia frente a las ambiciones de Napoleón Bonaparte. La estratégica ubicación de la ciudad la hizo un objetivo clave en las Guerras Napoleónicas y uno de los episodios más significativos en la historia fueron los sitios napoleónicos. En este contexto, la ciudad tuvo que desarrollar su infraestructura defensiva para fortificar la plaza y frenar las incursiones extranjeras. El muro de contención principal estaba compuesto por la antigua muralla del Mercadal, sus torres y fuertes reforzados con diferentes baluartes.

Pero ¿qué era un baluarte?

Los baluartes que rodeaban la ciudad jugaron un papel esencial en su defensa. Un baluarte, en el contexto de la arquitectura defensiva, es una estructura en forma de estrella que sobresale de las murallas y tiene la función de proporcionar una vista panorámica y una mayor capacidad de fuego en múltiples direcciones. Cada baluarte permitía alojar una guarnición encargada de defender su propia posición de forma que cada uno de estos baluartes podía luchar prácticamente de forma autónoma dificultando así el avance contrario. Esto hacía que los baluartes fueran puntos clave para la protección de la ciudad y sus habitantes en momentos de peligro.

(O) Baluarte de Figuerola a pocos metros del hotel pero ya completamente desaparecido
(N) Baluarte de la Santa Creu visitable desde el Hotel Gran Ultonia
(M) Baluarte del Gobernador, ya desaparecido.
(L) Baluarte de Santa Clara donde el Regimiento Ultonia obtuvo victorias heroicas
(K) Baluarte de Sant Francesc. Visitable desde el mercado municipal.
(I) Baluarte de la Mercè ubicado en la otra orilla del río Onyar y donde arranca el recorrido peatonal

La concurrida Gran Via de Jaume I es a día de hoy una de las avenidas más importantes de la ciudad y por la que diariamente miles de persona transitan. Pocas tienen presente que el recorrido de esta gran vía sigue el antiguo trazado de la muralla del Mercadal donde también encontraríamos los distintos baluartes tal y como se aprecia en la imagen anterior.

El baluarte en el hotel: vínculo vivo con la historia

Las obras de reforma para convertir el antiguo Cinema Teatre Ultonia en el Hotel Gran Ultonia a inicios del año 2000, pusieron al descubierto los vestigios de lo en su momento fuera uno de los más importantes baluartes de la defensa amurallada de la ciudad. Después de un gran esfuerzo de conservación, se consiguió que los huéspedes de Hotels Ultonia Girona puedan visitar un fragmento auténtico del Baluarte de Santa Creu en el mismo subsuelo del edificio. Desde el establecimiento nos encanta que cada vez que un huésped camina por nuestro vestíbulo o se relaja en una de nuestras habitaciones, se haga tangible el vínculo con la ciudad.

El Baluard, el baluarte en catalán

Inspirado en este hallazgo, se escogió la denominación El Baluard para representar este cuidado espacio gastronómico y para eventos, es un pequeño guiño de afecto y respeto por el pasado de nuestra bella ciudad.

Una experiencia que no te puedes perder

A partir del primer tercio del siglo XX, se derribaron las viejas y obsoletas murallas y con ellas los baluartes que las reforzaban, para dar paso al crecimiento urbanístico que demandaba la ciudad. La muralla del Mercadal que sirvió de refugio y parapeto en tantas ocasiones, empezó a derrumbarse pero no así el perímetro ubicado en el casco antiguo de la ciudad. Después de una profunda remodelación, el recorrido de la antigua muralla a través del Barri Vell es una de las atracciones más visitadas de la ciudad. Además de un entretenido paseo al alcance de toda la familia, permite vistas del atardecer en Girona que los habidos instagramers serán capaces de inmortalizar.