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Orígenes e historia

El Regimiento Ultonia: La Firmeza de Girona durante los Sitios Napoleónicos

Puede que te sorprenda saber que el origen del nombre de los Hoteles Ultonia está fuertemente ligado al pasado de Girona. Si miramos atrás en la historia de nuestra ciudad, uno de los episodios más épicos es la defensa de Girona durante los sitios napoleónicos. En estos difíciles años de 1808 y 1809, en medio de la Guerra de la Independencia Española, el Regimiento Ultonia surgió como un auténtico símbolo de resistencia y valentía.

Este vínculo emocional fue el motivo que se adoptara el nombre Ultonia para bautizar primero al Cinema-Teatre Ultonia en 1943 y posteriormente, al Hotel Ultonia en 1962.

Ulster, del latín Ultonia

El Regimiento de Infantería Ultonia, del latín «Ulster», estaba compuesto principalmente por voluntarios irlandeses y estaba bajo el mando del general Enrique O’Donnell. Los voluntarios que conformaban el regimiento eran fácilmente reconocibles gracias a las casacas de color azul claro con botones dorados, pantalón blanco y botas altas que transmitían una sensación de disciplina en medio del caos bélico. También se crearon otros regimientos con voluntarios irlandeses de toda Irlanda bajo la denominación de Regimiento Hibernia y siempre con el arpa bordada en su casaca.

Su presencia en Girona sería crucial durante los asedios invasores llevados a cabo por las tropas napoleónicas, encabezadas por el mariscal Auguste de Marmont.

Los Sitios de Gerona

Durante meses, los asediadores intentaron infructuosamente penetrar las defensas y minar la moral de los defensores. La perseverancia y determinación de los soldados irlandeses del Regimiento Ultonia en su papel en la defensa de la ciudad no pasaron desapercibidas. Las calles de Girona se convirtieron en campos de batalla donde cada piedra y cada callejón fueron disputados con tenacidad. Aún a día de hoy, los visitantes a la ciudad pueden recorrer a pie el antiguo recorrido de la muralla de Girona o visitar las respectivas torres y baluartes que ayudaron a la defensa y desde donde se aprecia una magnífica panorámica del resto de la ciudad así como el casco antiguo. La conclusión del asedio finalmente ocurrió en diciembre de 1808, pero la paz sería efímera.

En junio de 1809, los franceses regresaron para someter nuevamente la ciudad a un segundo asedio. Durante este segundo asedio, el Regimiento Ultonia volvió a destacar por su valentía. A pesar de la persistente falta de recursos y el agotamiento acumulado, los soldados irlandeses no cedieron ante la adversidad. El asedio finalizó en diciembre de 1809 con la firma de la capitulación de los comandantes locales, poniendo fin a los intentos franceses de tomar una ciudad ya completamente devastada.

Como curiosidad histórica, los visitantes del hotel que estacionen sus vehículos en el aparcamiento subterráneo podrán contemplar un fragmento del baluarte de Santa Creu que formaba parte de la antigua muralla donde se atrincheraron los soldados locales.

La férrea defensa del Regimiento Ultonia en los sitios napoleónicos dejó un legado imborrable en la historia de la ciudad. Su sacrificio y coraje se convirtieron en un símbolo de la lucha por la libertad y la resistencia ante la opresión extranjera. En reconocimiento a su papel, se erigieron monumentos y se celebraron ceremonias conmemorativas en honor al regimiento y a todos los que participaron en la defensa de la ciudad. Hoy en día, la denominación Ultonia da nombre a una calle de la ciudad y los sitios napoleónicos perduran en el imaginario colectivo gracias a las recreaciones que se llevan a cabo cada año en la ciudad.